Cuando hablamos de BIOTIPOS en cosmética, no hacemos una clasificación arbitraria de las pieles, sino que intentamos agruparlas de acuerdo a ciertas generalidades y necesidades que surgen del estado de esa piel, para poder orientar al usuario a encontrar el producto que más lo favorezca. Debajo encontrarás las características generales de cada tipo de piel. Si necesitas más información envia un mensaje para una orientación personalizada.
Piel normal
Si tenés pocas impurezas, poros pequeños y tu piel no suele enrojocer ni irritarse es probable que tengas una piel normal. Este tipo de piel suele ser equilibrada, no es demasiado seca ni muy grasa. Normalmente tampoco tiene manchas. Es importante para mantener tu piel sana un kit básico de limpieza e hidratación.
Piel grasa
Las pieles grasas se caracterizan por tener poros grandes, sensación grasa a lo largo del día, y poseer imperfecciones. En las personas que tienen piel grasa, las glándulas sebáceas trabajan demás y cuando el exceso de grasa se mezcla con la suciedad y las células muertas de la piel, comienzan a formarse granos. En este tipo de pieles la limpieza es fundamental. También es muy importante no dejar de hidratar la piel. Siempre con productos que no sobrecarguen el sebo natural, sino que ayuden a equilibrarlo.
Piel mixta
Si tienes una sensación de grasitud en la zona T, pero el resto del rostro es equilibrado tienes lo que se conoce como piel mixta. En este tipo de piel la grasa suele acumularse en la zona compuesta por la frente, la nariz y la barbilla, mientras que el resto del rostro tiene una apariencia normal. Dado que las glándulas sebáceas trabajan más en la zona T, es esperable que sientas las mejillas secas. Para mantener este tipo de pieles hace falta un kit de limpieza e hidratación que regule la piel.
Piel seca
La piel seca suele sentirse tensa y áspera. Esto se debe a que retiene menos humedad que la piel normal y las glándulas sebáceas segregan menos grasa, lo cual provoca descamación y la prematura aparición de líneas de expresión. En este caso sugerimos una limpieza no tan agresiva y una profunda humectación dos o más veces al día.
Piel sensible
La piel sensible se caracteriza por estar roja, irritada o tener bultos que simulan una especie de granos por debajo de la piel. La piel sensible suele enrojecerse tras usar determinados productos para el cuidado de la piel. Este tipo de piel también tiende a ser más delgada, tiene poros más pequeños y suele ser más seca. Tanto la limpieza como la humectación deben ser desarrolladas especialmente para este tipo de pieles.